Manteniendo la calidad de huevo
Un clima económico difícil, combinado con las preocupaciones de los consumidores sobre el impacto ambiental, están impulsando la necesidad de aumentar la duración del ciclo de postura en la producción de huevos. Sin embargo, un requisito previo para lograr ciclos más largos y rentables es mantener la calidad de los huevos producidos por gallinas más viejas.
Los avances genéticos y nutricionales realizados para respaldar la productividad de los órganos claves involucrados en la producción de huevos, pueden ayudar a mantener la calidad del huevo por más tiempo.
Los beneficios al hacer que las gallinas pongan por más tiempo son tanto financieros como ambientales. Por ejemplo, se ha calculado que, para un aumento de 10 semanas de producción, se podría ahorrar 1g de nitrógeno por cada 12 huevos producidos.
De nuevo, esto reduciría significativamente el impacto de la nitrificación de la producción de huevos. Los ciclos de postura más largos mejoran la producción de huevos por gallina alojada durante toda la vida, lo que también significa una reducción en la cantidad de gallinas necesarias para producir la misma cantidad de huevos.
Esto tiene efectos colaterales no solo para la huella ambiental, sino También para los ahorros financieros, ya que reduce la cantidad de alimento necesaria para mantener a las gallinas.
Por otro lado, las razones principales para reemplazar los lotes de gallinas ponedoras alrededor de las 72 semanas de edad, es una disminución en el número de huevos, combinada con un deterioro en la calidad del huevo durante el ciclo de producción. Extender los ciclos de postura a un objetivo de 92 a 100 semanas, requiere estrategias que aumenten la persistencia en la postura y la estabilidad en la calidad del huevo.
Es bien sabido que la reducción en la cantidad y calidad de los óvulos durante el período de producción de los mismos está relacionada con el envejecimiento ovárico. Los estudios han demostrado que uno de los factores más importantes que inducen el envejecimiento ovárico es un desequilibrio entre las especies reactivas de oxígeno (ROS) y el sistema de defensa antioxidante. ROS se acumula durante la actividad metabólica, que puede exacerbarse en períodos de alta productividad y cuando el ave se ve desafiada por factores estresantes en su entorno o alimentación.
Investigaciones previas en gallinas ponedoras han demostrado que una disminución con la edad en la capacidad antioxidante de los ovarios está relacionada con la regulación a la baja de la expresión del gen Nrf2 en la vía Nrf2-KEAP1, que es una vía de señalización involucrada en la movilización de las defensas antioxidantes celulares.
Por otro lado, estudios adicionales han demostrado que era posible regular al alza la expresión de Nrf2 con un efecto colateral positivo para la expresión génica de enzimas antioxidantes y, por lo tanto, retrasar el proceso de envejecimiento de los ovarios por medios nutricionales en gallinas ponedoras.
Los parámetros importantes de la calidad del huevo son la fuerza de la cáscara, la altura de la albúmina y las unidades Haugh (HU), los cuales disminuyen a medida que la gallina envejece durante el período de postura.
Tanto la altura de la albúmina como las HU se redujeron en estudios en los que la vía Nrf2-KEAP1 se vio afectada por el diseño experimental en gallinas ponedoras.
Estudios recientes, investigan el efecto de complementar las dietas de las gallinas ponedoras con un activador de la agilidad intestinal en los parámetros de calidad del huevo en el último período de postura y en la expresión génica relacionada con la ruta Nrf2-KEAP1 en los ovarios, lo que indica el potencial para mantener la calidad del huevo por más tiempo mediante la regulación al alza de la Vía Nrf2-KEAP1 en ovarios.